[ad#co-1]En el derecho Romano, sistema aún vigente hoy en día, se establecía que el gobernante debía administrar el erario público como un padre de familia administraría los recursos de su hogar. Este principio, ahora parece olvidado, dado que, si bien es cierto que el estado consume más de lo que ingresa, también lo es que ha malbaratado dichos ingresos en el pasado y que ha hipotecado su futuro para tener un presente aparentemente mejor, bajo la creencia que el ciclo creciente sería eterno.
Dicho de otra manera, y extrapolando la situación a la de una familia, propongo el siguiente ejemplo:
Antonio y María, son un matrimonio de clase media, ambos ingresan el salario medio para su edad, el ingresa 29.400€ limpios cada año, y ella 21.700€ limpios cada año. Tienen además dos hijos Paco de 19 años y Ana de 17 años. Los dos están estudiando, él en la universidad y ella en Bachillerato. También convive con ellos Doña Concepción, la madre de María, que tiene su pensión y que les reporta cada año 9.800€ limpios.
Por lo que ingresan en total 60.900€, unos 4.350€ cada mes más dos pagas extra anuales de igual cuantía.
De estos 4.350€ mensuales, se gastan la totalidad, dado que como muchas familias viven al día.
La hipoteca de su piso, 810€/mes, de gastos de comunidad 30€/ al mes, de gastos de luz, agua y gas se gastan 150€ al mes, además tienen un seguro médico privado que cuesta 220€ mensuales. Paco y Ana tienen una asignación de 150€ al mes cada uno, la comida les cuesta de media unos 750€ al mes. El Coche de Antonio, se está pagando a plazos, y cuestan 150€ al mes, pero con su gasolina necesaria para ir al trabajo cada día, se gasta 300€. El plan de jubilación son 180€ al mes, y el préstamo para la reforma del piso les cuesta 145€, para los gastos del día a día, entre todos se gastan 400€ al mes. Y la academia de Ingles de Ana, cuesta otros 90€. La segunda residencia, sobre la que tienen otra hipoteca les cuesta 450€ al mes más 25€ de comunidad, y con otros 110€ de los teléfonos gastan la casi totalidad de sus ingresos mensuales. Como tienen dos pagas extraordinarias, de la misma cantidad, a ellas destinan los gastos grandes anuales, la universidad de Paco 2.500€, los seguros de las casas, de vida y del coche 2.180e, la revisión del coche 400€, y los gastos extraordinarios de verano y navidad que oscilan en los 6.300€ en total, por lo que anualmente ahorran tan solo 200€. Un superávit del 0,3%.
La situación, debido a la crisis ha cambiado, Antonio que es funcionario en el ayuntamiento, ha visto recortado su sueldo en un 5%, y a María la han echado de su trabajo debido a un ERE. Por lo que sus ingresos han caído un 16,4%, hasta los 50.930€, manteniendo el ritmo de gastos, el déficit sería de un 14,86% y no disponen de ahorros para cubrir dicho déficit, que asciende a 7.570€/anuales, deben por lo tanto recortar gastos, o buscar incrementar los ingresos.
Paco, por su parte, ha encontrado un trabajo puntual los fines de semana, que le aportan 1.800€ anuales, Ana, por su parte da clases particulares a domicilio, e ingresa 480€ anuales. Mitigando el déficit y situándolo en un 10,4%. Pero aún no es suficiente, dado que deben aún recortar un 10% los gastos.
Tratan de vender la segunda residencia, dado que consideran que por el coste anual que tiene, no lo aprovechan tanto, pero la agencia inmobiliaria, les comunica que el precio al que lo podrían vender, no les cubre la deuda que tienen con el banco. El coche, tampoco lo pueden vender, dado que Antonio lo necesita para trabajar, y ahora Paco también lo necesita. Mientras discuten estas circunstancias, el déficit mensual se va acumulando como cargos a la tarjeta de crédito, ascendiendo a 315€ cada mes, y unos recargos por intereses del 8% anual ya acumulan 1.272,65€ de crédito en la tarjeta, acercándose peligrosamente al límite, en tan solo 4 meses.
Antonio propone, suprimir el seguro medico, de 2.640€ anuales, la academia de Ingles de 1.080€ Anuales, y los gastos extraordinarios de navidad y verano reducirlos a la mitad, dejándolos en 3.150€, de este modo, pasan a tener un superávit del 3%. Ni la abuela, ni Ana, están dispuestas a sacrificarse ellas, dado que el seguro medico, ha sido un derecho adquirido por Doña Concepción y ahora es cuando más lo está usando, y Ana, asume que el inglés es muy importante para su futuro profesional y no está dispuesta a renunciar a ello. Todos coinciden que recortar en los gastos de Veraneo y navidad es importante, pero opinan que el 50% es demasiado.
María, a su vez, propone reducir un 30% en los gastos diarios y de comida, quitar los móviles a sus hijos. Y reducir los extras de Vacaciones en un 30%, por lo que obtendrían un superávit del 2%. Todo el mundo coincide, que los gastos diarios, son necesarios, y que un 30% es demasiado, lo mismo pasa con la comida, pero los móviles, ya dejan claro los niños que no se tocan. El Recorte en Veraneo, ya es asumible.
Doña Concepción, propone vender la segunda residencia, y pedir un crédito personal para pagar la diferencia al banco, quitar un tercio la asignación de los niños, y quitar un 30% los gastos de Vacaciones. Obteniendo un superávit así del 4,5%. Antonio se niega a malvender, y los niños no quieren ni hablar de perder parte de su paga.
Paco, propone dejar la universidad, e irse a trabajar al bar de un amigo, así aumentan los ingresos un 20% respecto a la situación actual, y podrían tener un superávit del 4,88% sin recortar nada. Los padres coinciden que es una locura, y que esta opción no se puede plantear.
Ana, por su parte, está indignada, ya que cree, que su madre debería encontrar rápido un trabajo y así no tendrían que recortar nada, además, ella el año que viene también quiere ir a la Universidad, y no está dispuesta a renunciar a ello.
Como ilustra este ejemplo, el recortar un presupuesto, no es tarea sencilla, y no estamos delante de un ejemplo extremo, que los hay. Esta familia, tiene unos gastos comprometidos del 85% de sus ingresos, y ante esta situación se encuentran muchas economías, además la deuda de esta familia es del 250% de sus ingresos, lo que es mucho más que la que tienen muchos gobiernos, pero pagar dicha deuda supone casi el 28% de sus ingresos.